Inaugurado el belén del zaguán del Ayuntamiento de Pamplona
El día 29, San Saturnino, se inauguró el belén del zaguán del Ayuntamiento de Pamplona. Un belén dentro de otro ante la desaparecida ermita de la plaza de la Virgen de la O. Junto con el Nacimiento, ambientado en la Pamplona de los años 50, se pueden ver también las figuras de los Reyes Magos y Olentzero
Un Belén dentro de otro Belén es el ‘juego de espejos’ que este año configura el Nacimiento que presidirá la Navidad pamplonesa desde el zaguán de la Casa Consistorial. Un año más el Ayuntamiento y la Asociación de Belenistas proponen a los ciudadanos una mirada a la Navidad en Pamplona. En este caso quienes miran, ciudadanías del siglo XXI observarán a otros vecinos y vecinas que también están mirando un nacimiento, pero en los años 50 del siglo XX. La escena está ambientada en la plaza de la Virgen de la O presidida por la antigua ermita con esa advocación.
Hasta el 6 de enero, quienes están interesados en convertirse en parte activa de este juego en bucle y apreciar el preciosismo del belén municipal, podrán acercarse a la Casa Consistorial para contemplarlo en horario de lunes a viernes de 8 a 20 horas y los fines de semana y días festivos en horario de 10 a 20 horas.
La realización y montaje del Belén es parte de las actividades navideñas de la Asociación de Belenistas de Pamplona que, desde 1987 se encargan de poner a disposición de la ciudad este elemento por el que cada año pasan miles de personas. Como es habitual, en el Zaguán estarán también presentes las figuras iluminadas de los protagonistas de la Navidad para los más pequeños: los Reyes Magos y Olentzero.
Sus artífices son Ángel Garayoa (77 años) y Jesús Rezusta (41 años), tío y sobrino, que llevan meses trabajando nueve horas semanales en los locales de la asociación y otras muchas en sus casas. Las 35 figuras humanas que componen la escena han emergido de las manos y los recuerdos de Garayoa que ha modelado el barro del que están hechas, lo ha cocido y pintado, una tarea a la que dedicó su confinamiento. Entre los personajes castañeras, bomberos, policías locales o afiladores como los que él veía en su infancia en el barrio de San Pedro, entonces llamado Capuchinos extramuros. También hay un pequeño homenaje a Osasuna. Sus figuras, ciudadanía de los años 50, también miran un Nacimiento en un espacio público.
De las manos de Jesús Rezusta, a partir del 15 de enero de este año, han ido saliendo las 16.500 tejas talladas una a una en porexpan y que ha montado con cola blanca para la parte superior de los edificios de la plaza, el convento de Carmelitas y la antigua ermita reconstruida a escala para estos días. También se puede apreciar en el entorno la pared del convento de Recoletas y, presidiendo la escena desde su punto más alto (1,60 m.), el cimborrio y la aguja de la Iglesia de San Lorenzo. Para ajustarse a la realidad y a la historia, ambos han consultado fotografías publicadas en libros sobre la ciudad, además de hacer las suyas propias del estado actual de la plaza de la Virgen de la O.
Seis árboles hechos con ramas y balcones de alambre, además del barro de las figuras, son los únicos materiales diferentes al porexpan que se podrán apreciar en la ventana de 6,67 metros de ancho y 1,17 de alto que se abre en la caja escénica que, en 2017, realizó el alumnado de carpintería del Centro de Formación para el Empleo de Landaben.
Nota: Datos obtenidos de la nota de prensa distribuida por el Ayuntamiento de Pamplona