Año de exposición
2023
Descripción
Pesebre (o “Presepe”) inspirado en la tradicional representación del nacimiento de Cristo propia del sur de Italia, concretamente de Nápoles, donde forma parte principal del patrimonio histórico, religioso y artístico y es la síntesis de la espiritualidad popular de sus habitantes. Refleja sin duda el espíritu de la ciudad, donde sagrado y lo profano, la espiritualidad y la vida cotidiana conviven. El “presepe” napolitano es continuación de la tradición medieval italiana iniciada hace 800 años por San Francisco de Asís en Greccio y su época de mayor esplendor son los siglos XVII y XVIII.
En sus representaciones aparecen figuras de personajes de la Nápoles del momento realizados con total detalle, muchos de ellos caricaturizados incluso con rasgos claramente grotescos, con sus atuendos de época y con representación de oficios, clases sociales y actividades de ocio o comercio, recreando la vida cotidiana de la ciudad. Tiene por tanto unas características específicas que lo diferencian y lo hacen único. Las figuras se realizan con técnicas transmitidas por los artesanos de generación en generación; disponen únicamente de cabeza manos y pies de terracota o madera, cuerpo realizado de estopa y alambre - lo que permite adaptarlas a diferentes posturas - y vestidos de tela.
Las escenas que se pueden reproducir en el “presepe” son muy variadas, la principal el Nacimiento, que en este caso no está ambientado en Belén, sino en Nápoles. Se ubica siempre en el centro y normalmente en un promontorio - o parte alta del terreno - en las ruinas de un antiguo templo, simbolizando así victoria del Dios verdadero sobre los dioses paganos anteriores, el Bien frente al mal, la Luz frente a la tiniebla que quedaría en el subsuelo. A su alrededor una gloria de ángeles que bajan del Cielo en ese momento y los “pastori”, mujeres y hombres en escenas de la vida cotidiana que representan a toda la humanidad y que en su mayoría no son conscientes aún de la noticia del nacimiento del Niño Dios cerca de ellos. Así podemos ver a unas costureras que trabajan en su taller en los bajos de una casa, la vivienda en la parte superior con cocina y la comida preparada. Un poco más adelante un gran arco de ladrillo y una plaza frente al “palazzo” (palacio) en la que se ven pasear a los nobles que lo habitan, una tienda bajo un arco de la calle en la que se venden figuras del “presepe” y objetos de Navidad como las típicas panderetas napolitanas, decoradas con dibujos pintados. También una fuente, que representa las aguas que provienen del subsuelo y junto a esta un mercado lleno de productos y gente comprando y vendiendo todo tipo de mercancías. En este el grupo de personajes están llamados “los vendedores de comida” que representan alegóricamente los doce meses del año: Así por ejemplo el carnicero simboliza el mes de enero, noviembre la vendedora de castañas, o diciembre el pescador.
Todo en el “presepe” es caótico y desordenado, a la vez de animado. Desde cualquier puerta o ventana puedes ver lo que ocurre en el rincón de cada estancia y mires donde mires ves escenas o personajes que no imaginas. Todos los personajes conviven en un ambiente de alegría desbordada.
Uno de los personajes más queridos y que no puede faltar nunca en un “presepe” napolitano es un pastorcillo de corta edad que está cuidando su rebaño y que duerme en un rincón cerca del templo llamado Benino. Estando cuidando sus ovejas se ha dormido y sueña….y su sueño es el precisamente la escena del Nacimiento de Dios que el espectador tiene delante en ese momento. Es un sueño que simboliza la espera de la Navidad, pero es un hecho real que está ocurriendo junto a él.
Lugar de exposición
Baluarte
Tamaño
2 m x 2 m
Tipo de Belén
Abierto
Escena
Nacimiento